miércoles, 8 de mayo de 2013

A darle vida con colores!


      
 Y por fin llegó el ansiado momento de pintar nuestras mascaritas!!


La profesora nos dio materiales (papeles, pinceles, temperas) para poder echar a volar nuestra imaginación y plasmarla en nuestras máscaras. Pero primero teníamos que prepararlas para el color.. Nos pasaron a cada uno un pedacito de lija para dejarlas lo más lisas y suaves posible, ésto se tenía que hacer con mucho cuidado para que no se quebrajara o se rompiera, menos mal no me pasó eso (me suelen pasar ese tipo de cosas a mi), también había pasta de muro para reforzarla. Yo primero la lijé completa pero aun así no estaba pareja así que recurrí a la pasta de muro para tratar de alisarla, esperé que se secara la pasta para luego lijarla. Mientras en mi cabeza tenía muchas ideas para la pintura y adornos que me gustaría poner. Nos pusimos a pintar en las mesas, como siempre había un ambiente muy agradable, con los infaltables chistes y risotadas.
Pintando mi máscara :)
 Mi idea era usar colores verdosos y amarillos, lo malo es que tenía muuuchas ideas en mi cabeza y ninguna se concretó. Entre colores y colores, aparte de pintar las máscaras nos empezamos a pintar a nosotros y más risa aun había. Siempre me han costado las manualidades y creo que este día quedó demostrado, mi máscara no expresaba lo que yo quería hasta los colores que elegí no me gustaban como los había puesto. Me frustraba en pensar que tendía que dejarla así pero la profesora dijo que para los que quisieran se la podrían llevar a sus casas y traerla la próxima clase. La clase no terminó como yo lo esperaba pero podría arreglar la máscara en casa, así que este texto no termina con la clase, sino que con mi máscara lista… Como ese día estaba lloviendo la envolví muy bien para que no se mojara y la llevé en la mano porque me daba miedo que se quebrara en la mochila. Llegué a casa preguntando por pasta de muro para poder dejarla de un color neutro para luego volver a pintarla. El fin de semana le eché pasta de muro y la dejé secándose en el patio, luego la lijé y en la semana la pinté. Como en mi vida y pieza universitaria no tengo cositas para hacer manualidades le pedí ayuda a mi sobrino Alfonso, en su pieza tenía todo lo necesario para terminar mi máscara. Le entusiasmó la idea de la máscara y él también quería hacerse la suya y lo dejamos para más adelante. Con todos los materiales ya en mano pensé bien lo que quería y luego lo pinté, quería algo sencillo, que reflejara tranquilidad y tuviera los colores que me gustan (verde, naranjo, morado), creo que para mis expectativas me quedó bastante bien, me gustó mucho el resultado de lo que hice, logré darle vida con mis colores favoritos y quedé entusiasmada, quería saber para qué la ocuparíamos y cuando. Y así termina la travesía de mi pobre máscara.

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