Al final de la clase anterior la profesora nos dio
instrucciones de llevar algún instrumento musical, daba lo mismo si no lo supiéramos
tocar bien. En la semana pensé en que llevar, en casa hay varios instrumentos
porque a mi sobrino Alfonso de 6 años le gustan mucho, quería llevar el acordeón
que él me prestaría. Al pasar la semana y llegar el día jueves se me olvidó
completamente y antes de salir me acordé pero no sabía dónde estaba guardado el
acordeón y no lo encontré, así que recurrí a mi fiel flauta dulce, aunque no
era lo que quería llevar porque sería muy común, me sentí bien de cumplir con llevar algo.
Instrumentos al centro de la sala. |
Al comienzo de la clase tuvimos que dejar todos los
instrumentos en el centro de la sala,
luego nos separamos en dos grupos y comenzamos a girar en torno a los instrumentos,
la idea era observar los que habían y elegir uno (distinto al que había llevado
cada uno) habían una variedad hermosa de instrumentos, flautas (incluida la mía),
guitarras, palos de agua, panderos, palitos, huevitos, un violín, xilófonos, y
otros que nunca había visto, luego nos pusimos en dos círculos, uno más grande
que otro, con instrumento en mano la profesora puso un PowerPoint en donde nos
mostraba colores y nosotros tocando el instrumento elegido teníamos que
expresar lo que sentíamos con ese color. Con esta actividad me sentí realmente
impresionada, como cambiaba el ritmo y el volumen de lo que el curso tocaba,
como cada uno percibía los colores, a veces concordábamos y otras no. El cambio
de la paz que nos entregaba el blanco o celeste y la rabia y efusividad que
sentíamos con el negro, por ejemplo. Cuando terminamos las diapositivas de
colores, nos separamos en grupo, dependiendo del tipo de instrumento que
tuviésemos (por ejemplo de viento, percusión, de cuerda, etc.). Yo había
elegido lo palitos, por lo tanto me junté con mis compañeros que eran de percusión.
La profesora nos dio instrucciones de preparar un sonido “agradable a nuestros
oídos”, nos costó ponernos de acuerdo en quien empezaría, como lo haríamos para
que sonara agradable, fueron muchas ideas y muy poco tiempo para ordenarlas
bien, fue un momento muy chistoso, nos reímos más de lo que nos organizamos.
Finalmente, acordamos en como empezaríamos y un poco más, el final lo
dejaríamos de improvisación.
Improvisando |
Entramos muy nerviosos porque queríamos que nos saliera
bien, salieron unos grupos primero que nosotros y les salía muy “agradable a
nuestros oídos” y más nerviosos nos poníamos. Cuando nos tocó salir adelante
nos pusimos en posiciones estratégicas para poder mirarnos y seguir a quién
llevaba el ritmo, el final fue totalmente improvisado y nos salió bien! Todos
los grupos estuvieron muy bien, algunos al parecer se pusieron muy de acuerdo y
les salía hermoso y otros grupos como el mío apelaron a la improvisación.
daniela is a math drummer
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