miércoles, 1 de mayo de 2013

Algo de musica!



Al final de la clase anterior la profesora nos dio instrucciones de llevar algún instrumento musical, daba lo mismo si no lo supiéramos tocar bien. En la semana pensé en que llevar, en casa hay varios instrumentos porque a mi sobrino Alfonso de 6 años le gustan mucho, quería llevar el acordeón que él me prestaría. Al pasar la semana y llegar el día jueves se me olvidó completamente y antes de salir me acordé pero no sabía dónde estaba guardado el acordeón y no lo encontré, así que recurrí a mi fiel flauta dulce, aunque no era lo que quería llevar porque sería muy común, me sentí bien de cumplir con llevar algo.
Instrumentos al centro de la sala.
Al comienzo de la clase tuvimos que dejar todos los instrumentos  en el centro de la sala, luego nos separamos en dos grupos y comenzamos a girar en torno a los instrumentos, la idea era observar los que habían y elegir uno (distinto al que había llevado cada uno) habían una variedad hermosa de instrumentos, flautas (incluida la mía), guitarras, palos de agua, panderos, palitos, huevitos, un violín, xilófonos, y otros que nunca había visto, luego nos pusimos en dos círculos, uno más grande que otro, con instrumento en mano la profesora puso un PowerPoint en donde nos mostraba colores y nosotros tocando el instrumento elegido teníamos que expresar lo que sentíamos con ese color. Con esta actividad me sentí realmente impresionada, como cambiaba el ritmo y el volumen de lo que el curso tocaba, como cada uno percibía los colores, a veces concordábamos y otras no. El cambio de la paz que nos entregaba el blanco o celeste y la rabia y efusividad que sentíamos con el negro, por ejemplo. Cuando terminamos las diapositivas de colores, nos separamos en grupo, dependiendo del tipo de instrumento que tuviésemos (por ejemplo de viento, percusión, de cuerda, etc.). Yo había elegido lo palitos, por lo tanto me junté con mis compañeros que eran de percusión. La profesora nos dio instrucciones de preparar un sonido “agradable a nuestros oídos”, nos costó ponernos de acuerdo en quien empezaría, como lo haríamos para que sonara agradable, fueron muchas ideas y muy poco tiempo para ordenarlas bien, fue un momento muy chistoso, nos reímos más de lo que nos organizamos. Finalmente, acordamos en como empezaríamos y un poco más, el final lo dejaríamos de improvisación.


Improvisando 
Entramos muy nerviosos porque queríamos que nos saliera bien, salieron unos grupos primero que nosotros y les salía muy “agradable a nuestros oídos” y más nerviosos nos poníamos. Cuando nos tocó salir adelante nos pusimos en posiciones estratégicas para poder mirarnos y seguir a quién llevaba el ritmo, el final fue totalmente improvisado y nos salió bien! Todos los grupos estuvieron muy bien, algunos al parecer se pusieron muy de acuerdo y les salía hermoso y otros grupos como el mío apelaron a la improvisación.  

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