martes, 30 de abril de 2013

Máscaritas!!


La profesora Erna nos había dicho que en la próxima clase tendríamos que separarnos en dos grupos los pares y los impares, el primero haría máscaras y el segundo tendría que hacer el blog en la sala de computación. Yo estaba en el grupo que haría el blog, llegando a la sala de computación nos dimos cuenta que la sala estaba ocupada por otro curso, un curso de medicina, y no la podríamos ocupar en ese momento así que lo dejaríamos para otra oportunidad, la próxima clase o nos juntaríamos un día en la semana.

En la semana que a mi grupo le tocó hacer las máscaras nos fuimos a la sala e inmediatamente me sentí emocionada por la actividad que tendríamos, jugar con yeso para crear un reflejo de nosotros mismos, fue un momento en donde creo que nos volvimos a sentir niños, como si estuviéramos jugando con barro o remontándonos a los tiempos de colegio que nos hacían hacer trabajos con greda, y saber que aún no hemos perdido la capacidad de disfrutar y divertirnos haciendo manualidades.

Para hacer las máscaras el grupo se subdividió en dos grupos (para alcanzar en las mesas) y nos juntamos en pareja, la modalidad de trabajo era que uno hiciera la máscara del compañero y luego al revés. En una mesa éramos 4; Pablo, Coni Iturra, Coni Jimenez y yo. Pablo y Coni Jimenez eran una pareja y a mí me tocó con Coni Iturra. Primero me tocó a mi ser el molde de mi máscara y cuando mi compañera empezó a poner el yeso en mi cara me empezó a dar mucha cosquilla pero me molestaba las gotas de agua helada que caían y me llegaban al cuello, mientras me la hacía casi me quedo dormida porque me relajé mucho y cuando desperté nos empezamos a reír escuchando los chistes de mis compañeros que estaban en la sala y las risotadas quedaron reflejadas en una leve sonrisa que quedó en la máscara.

Luego me tocó a mí hacer la de mi compañera, traté de ponerle todo mi esfuerzo, que me quedara firme y lo más lisa posible mientras me reía de las tonteras que se hablaban, ella también se quedó dormida en un momento y cuando terminé la tuve que despertar, le gustó como quedó su máscara así que hice un buen trabajo. En general fue una clase muy entretenida, los chistes y las risas estaban volando en el ambiente y esto hacía aún más enriquecedora la actividad.

Al terminar de moldear nuestras máscaras, nos fuimos al lavar nuestras caras llenas de yeso y  tuvimos que dejar las máscaras guardadas en una sala para que se secaran completamente, la próxima clase las terminaríamos, tendríamos que traer cosas para decorar porque las pintaríamos de tal forma que nos representara, que pudieran transmitir nuestra esencia y lo que quisiéramos expresar (alegría, pena, emoción, amor, felicidad, etc). Por mientras estarían esperando que llegara el momento de llenarlas de colores para darles vida.
Máscaras ya listas!

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