La profesora
Erna nos había dicho que en la próxima clase tendríamos que separarnos en dos
grupos los pares y los impares, el primero haría máscaras y el segundo tendría
que hacer el blog en la sala de computación. Yo estaba en el grupo que haría el
blog, llegando a la sala de computación nos dimos cuenta que la sala estaba
ocupada por otro curso, un curso de medicina, y no la podríamos ocupar en ese
momento así que lo dejaríamos para otra oportunidad, la próxima clase o nos juntaríamos
un día en la semana.
En la semana
que a mi grupo le tocó hacer las máscaras nos fuimos a la sala e inmediatamente
me sentí emocionada por la actividad que tendríamos, jugar con yeso para crear
un reflejo de nosotros mismos, fue un momento en donde creo que nos volvimos a
sentir niños, como si estuviéramos jugando con barro o remontándonos a los
tiempos de colegio que nos hacían hacer trabajos con greda, y saber que aún no
hemos perdido la capacidad de disfrutar y divertirnos haciendo manualidades.
Para
hacer las máscaras el grupo se subdividió en dos grupos (para alcanzar en las
mesas) y nos juntamos en pareja, la modalidad de trabajo era que uno hiciera la
máscara del compañero y luego al revés. En una mesa éramos 4; Pablo, Coni Iturra, Coni Jimenez y yo. Pablo y Coni Jimenez eran una pareja y a mí me tocó
con Coni Iturra. Primero me tocó a mi ser el molde de mi máscara y cuando mi
compañera empezó a poner el yeso en mi cara me empezó a dar mucha cosquilla pero
me molestaba las gotas de agua helada que caían y me llegaban al cuello,
mientras me la hacía casi me quedo dormida porque me relajé mucho y cuando
desperté nos empezamos a reír escuchando los chistes de mis compañeros que
estaban en la sala y las risotadas quedaron reflejadas en una leve sonrisa que
quedó en la máscara.
Luego
me tocó a mí hacer la de mi compañera, traté de ponerle todo mi esfuerzo, que
me quedara firme y lo más lisa posible mientras me reía de las tonteras que se
hablaban, ella también se quedó dormida en un momento y cuando terminé la tuve
que despertar, le gustó como quedó su máscara así que hice un buen trabajo. En
general fue una clase muy entretenida, los chistes y las risas estaban volando en
el ambiente y esto hacía aún más enriquecedora la actividad.
Máscaras ya listas! |